Enfoque colaborativo de la gestión de datos sobre pérdidas por catástrofes en Mozambique

En memoria de Katarina Mouakkid Soltesova, Oficial de Gestión de Programas, Oficina Regional para África.

A medida que el cambio climático se acelera en todo el mundo, los peligros naturales amenazan cada vez más con afectar a las comunidades locales. Para minimizar este riesgo a largo plazo, es de vital importancia hacer un seguimiento de las pérdidas ocasionadas por estas catástrofes. Con este fin, 510, la iniciativa digital y de datos de la Cruz Roja Neerlandesa, financiada por la Unión Europea y dirigida por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), cofacilitó un taller para formar a las administraciones públicas y a las organizaciones de reducción del riesgo de desastres (RRC) de Mozambique en la recogida y aplicación de datos sobre pérdidas por catástrofes.

¿Qué son los datos sobre pérdidas por catástrofes y por qué los necesitamos?

Cuando se produce un peligro natural, los riesgos no gestionados pueden tener consecuencias graves y de gran alcance. En este sentido, el término "pérdidas y daños" se refiere a las consecuencias negativas de una catástrofe, como la destrucción de infraestructuras, hábitats o existencias de bienes, o la pérdida de oportunidades de subsistencia. En el contexto del cambio climático, se hace una distinción entre el impacto tangible de un suceso que puede expresarse en términos monetarios, como los costes de las infraestructuras destruidas, y su impacto intangible que no puede expresarse de esta manera, como las víctimas o el impacto de la catástrofe en la salud (mental).

Se puede recopilar información para medir el impacto de una catástrofe, como el número de personas afectadas, el número de edificios destruidos o las pérdidas económicas. Es lo que se conoce como datos sobre pérdidas por catástrofes. Para ampliar la disponibilidad y el uso de los datos sobre pérdidas por catástrofes, UNDRR está promoviendo una iniciativa mundial para crear bases de datos nacionales sobre pérdidas por catástrofes basadas en software de código abierto, denominada DesInventarque se armoniza con la Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres. Uno de los principales objetivos de las bases de datos sobre pérdidas por catástrofes es identificar las tendencias de las catástrofes, como la mayor frecuencia o gravedad de los peligros en determinadas zonas o el aumento de la población en riesgo. A partir de estos parámetros, puede medirse el efecto de las intervenciones de RRD en la disminución de pérdidas y daños, y pueden tomarse iniciativas para proteger a la población antes de futuras catástrofes.

Esta metodología también ayuda a medir el camino hacia la resiliencia de una sociedad. Una sociedad resistente a los peligros naturales puede absorber su impacto, adaptarse a su frecuencia y gravedad cambiantes debido al cambio climático y gestionar de forma autónoma los riesgos asociados a posibles catástrofes futuras. Sin embargo, cuando no se dispone de información sobre pérdidas y daños a lo largo del tiempo, persisten los obstáculos para comprender los avances hacia la resiliencia de la sociedad. Aunque cada vez son más las partes interesadas que recopilan datos, a menudo estos siguen siendo insuficientes para comprender las tendencias debido a la falta de definiciones consensuadas, de recopilación sistemática de datos, de legislación y financiación para crear y mantener bases de datos, y de intercambio de datos entre las partes interesadas.

Mozambique: La recopilación de datos sobre pérdidas por catástrofes, una labor de equipo

A estos problemas también se enfrentaban las autoridades gubernamentales mozambiqueñas y la Cruz Roja de Mozambique. Aunque todos ellos han estado recopilando datos sobre pérdidas por catástrofes, buscaban formas más estandarizadas de mantenerlos y compartirlos entre ellos. El taller de junio de 2023, coorganizado por UNDRR y el Instituto Nacional de Gestión de Desastres de Mozambique (INGD) y apoyado por 510, contó con la asistencia de representantes de diversas entidades relevantes y tenía como objetivo fomentar la creación de sinergias, el intercambio sistemático de datos entre sectores y la identificación de cuellos de botella en la colaboración de las partes interesadas. En el taller se trataron temas importantes que iban desde los conceptos en torno a los ecosistemas de datos hasta las herramientas para utilizar los datos sobre pérdidas por catástrofes con fines de acción anticipatoria.

Como parte del taller, la Cruz Roja de Mozambique hizo una demostración de su Protocolo de Acción Temprana (EAP) para ciclones tropicales. Una vez que la oficina meteorológica nacional especifica la magnitud del ciclón inminente y se alcanza el umbral del EAP, se activa la liberación de materiales, como herramientas para refugios. A continuación, los dirigentes de la Cruz Roja de Mozambique inician otras acciones, seguidas del intercambio de información con la FICR, las provincias, los voluntarios y los bancos locales para la liberación de fondos. Se emprenden acciones tempranas como el refuerzo de las viviendas y la depuración del agua, y se forma a las comunidades en actividades de preparación y respuesta, como cubrir los tejados en caso de lluvias extremas. La Cruz Roja de Mozambique coordina además con el gobierno la entrega de efectivo a las comunidades afectadas.

En 2020, 510 ayudó a la Cruz Roja de Mozambique a activar un EAP durante el ciclón tropical Chalane. El umbral de activación inicial del PAE se basaba únicamente en la velocidad del viento, lo que planteó problemas durante este evento en particular, ya que la velocidad del viento prevista cayó justo por debajo de este umbral de activación. Para resolver este problema, 510 y la FICR desarrollaron conjuntamente una metodología que permite calcular el impacto mediante la siguiente fórmula: Impacto = Peligro × Vulnerabilidad. Esta estimación del impacto no se basa únicamente en el nivel de gravedad del peligro en sí, sino que también tiene en cuenta la vulnerabilidad de las comunidades a los fenómenos meteorológicos extremos, lo que permite unas condiciones más flexibles para activar el PAE.

Durante el taller, el "Juego del Guardián de los Datos" permitió a los participantes comprender el papel de los datos en la toma de decisiones para la acción anticipatoria. Tras presentar un hipotético escenario de inundaciones, se pidió a los participantes que decidieran si activar un EAP, basándose en la información de diferentes agencias. Los participantes optaron por distintas reacciones, como asignar fondos a los organismos nacionales o fortificar las casas basándose en un mapa de vulnerabilidad. Esta diversidad de resultados puso de relieve la importancia de consultar diversas fuentes de datos y tener en cuenta las limitaciones de recursos a la hora de poner en marcha una acción anticipatoria.

Aunque el intercambio de datos entre el Gobierno y la Cruz Roja de Mozambique aún puede mejorarse, el taller ayudó a los participantes a identificar vías para una mejor alineación en el futuro. Ha sido un brillante ejemplo de cómo reunir a múltiples partes interesadas tiene el potencial de aumentar los datos disponibles sobre desastres y pérdidas por desastres para una gama más amplia de entidades, lo que puede conducir a una mejor preparación y resiliencia de un país ante posibles desastres futuros.

Más información: 

En particular, otro componente del proyecto dirigido por UNDRR fue un ejercicio de simulación celebrado en mayo de 2023, que 510 apoyó con la puesta a prueba de protocolos de acción anticipatoria. El ejercicio permitió a las autoridades simular evaluaciones de daños en respuesta al ciclón Ana, que azotó Malawi en enero de 2022. La disponibilidad de imágenes por satélite de alta resolución en caso de catástrofe grave permite a 510 utilizar su Portal automatizado de evaluación de daños (ADA) que recoge y presenta información sobre catástrofes en las que ADA fue desplegado. El objetivo del panel es demostrar cómo puede utilizarse una evaluación inmediata de las imágenes por satélite de las inundaciones para obtener una visión general y determinar las zonas más afectadas. Combinados con datos sobre las vulnerabilidades de las zonas antes de la catástrofe, los equipos de respuesta reciben instrucciones sobre los lugares exactos que deben cartografiarse con más detalle con imágenes de drones.

En el marco de este proyecto se ha publicado recientemente un informe que contiene un análisis de los ecosistemas de datos de impacto existentes en Malawi, Mozambique y Zambia, y ofrece recomendaciones para mejorar los datos de impacto. Puede encontrar el informe en UNDRR.org.